miércoles, 14 de enero de 2009

6ª JORNADA SOBRE EL TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD. FUNDACIÓN EDUCACIÓN ACTIVA




El pasado 13 de diciembre se celebró en Madrid la sexta jornada sobre el trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
La asociación CALMA acudió ha este encuentro en el que el principal ponente fue Rusell A. Barkley. Profesor Clínico de Psiquiatría Universidad Médica de Carolina del Sur y Profesor Investigador, Departamento de Psiquiatría SUNY Upstate la Universidad Médica Syracuse.
En su primera intervención el Dr. Russell A. Barkley explicó que el TDAH es un fallo en el sistema ejecutivo del cerebro y por lo tanto un trastorno de las capacidades ejecutivas de éste y más concretamente un fallo en su sistema de inhibición.
Según el Dr. Barkley, este fallo en la inhibición afecta a cuatro capacidades ejecutivas:
Capacidad visual: mirar hacia atrás y ver o rescatar información visual de acciones pasadas y sus consecuencias.
Lenguaje interno: voz en nuestro cerebro que nos permite hablarnos a nosotros mismos.
Capacidad emocional: controlar las emociones, ajustarías y moderarlas.
Capacidad de innovación dirigida a un objetivo, planificar una respuesta y elegir la más conveniente, enfrentarnos a problemas, planear nuestra vida y pensar en el futuro.
Barkley apunta a que el TDAH retrasa el Lenguaje Interno, que el cerebro de los afectados madura y crece de entre 2 y 3 años de retraso y su capacidad funcional es inferior a lo normal. Esto nos hace encontrarnos que niños con TDAH no consigan inhibir a los 5 años, que a los 7 no se hablen, a los 9 no puedan aún controlar sus emociones y que a los 12 años no consigan planificarse.
Continuó explicando que la falta de inhibición les hace ser impulsivos, su falta de capacidad visual les hace no cooperar, no compartir, no interactuar en grupo, no imitar y no tener un sentido del tiempo.
El fallo en la memoria del trabajo verbal les hace tener una pobre autodescripción, autoinstrucciones y tener problemas con lo que oyen, leen o ven. Su pobre capacidad emocional les hace no tener control de las frustraciones y de las emociones. Su fallo en la función de la habilidad para solucionar problemas les impide automotivarse, solventar problemas y recopilar información. Por ejemplo, si les pedimos que nos cuenten la historia que han leído, no la pueden trasformar en una narrativa coherente.
Tienen ceguera hacia el tiempo, miopía hacia el futuro y sólo miran el ahora. Son niños que tienen aptitudes pero no las saben utilizar. Al igual que un audífono o una silla de ruedas son consideradas prótesis, las prótesis adecuadas para los niños con TDAH son las enseñanzas en habilidades. Nunca se puede quitar una prótesis porque aparecerá de nuevo la discapacidad. Una de esas prótesis es la motivación, para hacer lo que ya saben hacer.
En cuanto a la diferenciación entre TDA y TDAH, el Dr. Barkley señaló que las últimas investigaciones apuntan a que el TDAH no es un problema de simple déficit de atención, sino que es más un trastorno de la inhibición, que se está trabajando en un nuevo DSM-V en el que se dividirá el TDA y el TDAH-Impulsivo como dos trastornos distintos.
El TDA cambiaría su definición como SCT (Sluggish Cognitive Tempo) traducido como niños con un Procesamiento Desalineado del Tiempo. El TDAH quedaría dividido como TDAH con Trastorno de Conducta y TDAH sin Trastorno de Conducta. Pero para eso queda mucho tiempo, se estima que todos estos avances den su luz en el 2020.
Son muchas las incógnitas que se hacen los padres de niños en edad infantil y Barkley dio unas ideas para poder intuir en un niño antes de los 6 años que pueda padecer TDAH.
Entre los 0 y 3 años nos pueden hacer sospechar varios ítems: el que el padre lo padezca, que hayan sido niños prematuros o con problemas en el embarazo o parto, que llore muy habitualmente, que no se reconforte con nada, que sea o haya sido muy activo como bebé y que sean malos comedores. Después de los 3 años y hasta los 6, los ítems que nos harían sospechar serían: el que tengan un comportamiento impulsivo y arriesgado, que no sepan esperar, que cambie de juguetes muy a menudo e incluso que no sean capaces de escuchar cuentos.
El Dr. Barkley habló también de la importancia de la medicación, sobre todo del metilfenidato para el tipo TDAH y de la atomoxetina orientada al simple TDA, si además va acompañado de depresión o ansiedad. Según Barkley la medicación aumenta la capacidad del sistema ejecutivo del cerebro y sus efectos secundarios son efectos o daños transitorios y que cuando éstos sean muy significativos se podría plantear un descanso vacacional.
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El manejo del TDAH en el aula: estrategias para el éxito
Dr. Barkley
La segunda intervención del Dr. Barkley fue dirigida al ámbito escolar y tuvo como título: "El manejo del TDAH en el aula: estrategias para el éxito".
Recalcó que no se podrán hacer cambios si los maestros no conocen el trastorno y su base biológica: que el TDAH no es el resultado de padres malos; que debemos aceptar la discapacidad y dar igualdad de oportunidades. El que un niño tenga éxito o no, depende de muchos factores, no sólo del TDAH, pero al que lo padece debemos darle la ayuda necesaria para que lo pueda tener.
Barkley dio 5 recomendaciones:
1) Debido a su falta de retención en mente: crear a su alrededor listas, tarjetas, signos, pegatinas;
2) Por tener un deterioro en el tiempo: poner un reloj en su mesa, dividirles el tiempo;
3) Por no poder ver el futuro: desglosar en etapas o tareas, leer varias páginas y hacer apuntes (libro);
4) Tratar el problema con motivación, aprender técnicas de modificación de la conducta y aplicación de consecuencias tanto positivas como negativas;
5) Permitir más manipulación externa de las tareas y normalizar el problema tanto como se pueda.
Por último, nos dejó unas consideraciones básicas para utilizar en nuestras aulas y que en Estados Unidos se utilizan con éxito:
Tener en los centros una profesora experta en TDAH encargada de todos los niños con TDAH y que recomiende a los profesores qué hacer en el aula. Mantener una comunicación bilateral.
No retener en el mismo grado: cuando se les retiene, los niños se vuelven más agresivos y las niñas más depresivas.
Centrarse durante las dos primeras semanas del curso en el comportamiento, más que en la materia que se va a dar.
No se les debiera dar tanto trabajo como a los demás o al menos dividírselo.
Todos los pupitres deben estar mirando al profesor y al afectado situarle delante.
Enfocar en la productividad. El punto de rendimiento está en clase, no en casa (punto de desempeño). Se les debiera de dar los lunes la tarea a realizar a lo largo de la semana, anotada o fotocopiada. Así la vida familiar se podrá organizar en torno a los deberes.
Los deberes no tienen ningún valor en primaria. Son importantes en secundaria. Superior a 1 hora y media es improductivo. Lo ideal es utilizar 10 minutos por materia.
Mayor libertad de movimientos, ejercicio físico, más descansos, clases más interactivas. Cuanto más se puedan mover, mejor aprenderán.
Para no hacer distinciones entre los que levantan la mano y no la levantan utilizar una "pizarra contestación" para todos.
Mantener un contacto físico y visual para llamar su atención.
Preguntarle cuantos problemas puede hacer.
Dejarles manejar el ordenador.
Para usar recompensas: la primera semana se les dice a todos los padres que limpien los armarios y lo lleven en una caja al colegio para usar ese material como recompensa.
Ganarse una recompensa en casa por su comportamiento en el colegio.
Usar cartulinas de colores para comunicarse cuándo se pueden mover o acercarse a la mesa del profesor.
El castigo no funciona si no existe una compensación disponible por algo positivo.
Se debe implementar el castigo inmediatamente. Ejecutar la justicia inmediatamente.
En cuanto a los adolescentes, el Dr. Barkley resalta la importancia del uso de la medicación y que en el colegio tengan un profesor de apoyo o mentor con el que se puedan citar tres veces al día para organizar, revisar sus deberes y reforzar sus habilidades sociales.
Terminó diciendo que los niños con TDAH necesitan adaptaciones curriculares no significativas y que es imprescindible reconocer que "ser justo no es ser igual con todos, sino que ser justo es darle a cada uno lo que necesita".